Adiós contador...
No es cosa de que tengas un contador gratuito y de repente lo cambien y te empiecen a meter publicidad no solicitada. Así que he quitado de mis bitácoras el contador que tenía. Adiós a las cuentas de Nedstat/Webstat4U, por maleducados.
2005-09-21 01:50 | 11 Comentarios
Solo para adultos
En fin, que uno retoma el asunto de Elena Bastibari y de repente entre el spam del correo aparece un anuncio muy relacionado. Sólo para adultos. El enlace no lo pongo, pero queda claro en la imagen... sobran, también, las palabras. He omitido, eso sí, la tercera imagen que corresponde a la parte inferior del mosaico, por aquello de que no aporta nada especialmente interesante (tampoco las dos primeras, dicho sea de paso). En fin, eso, al rico veggie dip...
2005-01-19 01:00 | 14 Comentarios
Da Vinci, Romanoff, Javier Sierra...
Si uno fuera más amarilloso, clamaría en un preámbulo al cielo exigiendo saber por qué nadie (en este nadie se habrían de dar por aludidos los que debieran darse por aludidos, ya se sabe... uno tiene que ir de críptico, además) ha dicho nada de una novelita de Javier Sierra titulada "La Cena Secreta" que, casualmente, habla una vez más de Leonardo (no Dantés, sino da Vinci). Yo tampoco había dicho nada, conste, pero eso nunca se comenta porque no es cosa. La cosa es clamar al cielo y contra los demás... En fin, que como no voy de esas vainas, pues encuentro bastante natural que no se haya prestado especial atención a un libro que, por más que se esté vendiendo, tampoco tiene especial interés. Al menos, a mí no me lo proporciona en absoluto.
¡Vaya comienzo! Pues sí, uno tiene un lunes espeso, será la qiunta semana seguida de niebla y frío, o algo así. Vamos a ver: tenemos un libro que habla de conjuras históricas, sectas, sociedades secretas, da Vinci... Nada nuevo. Lo más terrible de los últimos tiempos es llegar a la librería y encontrársela tomada por una sección de "novela histórica" (muy entre comillas, claro) hipertrofiada por textos realmente prescindibles, muchos de ellos republicados o facturados tras el éxito tan innegable como incomprensible de la novela de Dan Brown "El código da Vinci".
Pero muero si no lo comento, el otro día, en el hiper, me encontré un libro sobre la interpretación de las claves del libro de Brown. Uno más quiero decir: se siguen sacando. Cosa que resulta especialmente sorprendente, porque realmente cualquiera que haya leído a Brown se da cuenta de cómo está de mascadísimo el tema planteado en la misma novela: es imposible no entender lo que cuenta, entre otras cosas porque te lo repite un montón de veces antes de permitir que sus sagaces protagonistas encuentren la clave que el lector sabía ya desde unas páginas atrás. Lo típico en novelas de entretenimiento, estos
bests sellers de pretendido misterio en los que el lector ha de tener alguna patología para no ir dos pasos por delante del investigador, y en los que realmente el misterio sólo se consigue a base de trampas y sorpresas que no estaban preanunciadas ni había manera de entreverlas en lo escrito. El lector, claro, no puede saber qué va a pasar en el largo plazo, aunque sí temérselo. Cualquier experto en novelas de misterio reconocerá semejante ardid, y lo desdeñará porque así cualquiera crea misterios. A lo que iba, en esas condiciones, tampoco es necesario leerse libros de interpretación de la novela. El negocio, sí, a ese le viene muy bien subirse al carro...
Me estoy alejando del lugar hacia donde iba, ya me perdonarán. Pero antes de continuar tengo que dar un rodeo... Hace casi un par de años, no sé bien qué hacía, pero cayó en mis manos un texto prologado por el crítico gastronómico José Carlos Capel. Se titulaba "Notas de cocina de Leonardo da Vinci" ( de Shelag y Jonathan Routh, Temas de Hoy, 1999). El libro lleva un buen montón de ediciones, y se presenta como la transcripción levemente adaptada de unos escritos de Leonardo (lo de escritos de Leonardo no debería sorprender a nadie... cuánto escribió el hombre, y por cuántos sitios se ha ido quedando... aunque de Leonardo la que sabe -y ama- es
Jaio), el llamado Código Romanoff, aparecido en el Museo Ermitage de San Petersburgo a comienzos del XX, y rescatado por una presunta pareja de ingleses, los Routh, en 1987. Desconocía por completo la historia del código Romanoff, pero encontré en el libro una triste historia, la de Elena Bastibari, quemada en la hoguera por sus coqueteos con un pepino. Abria uno de los textos del presunto códice, titulado "de los variados y curiosos usos del pepino".
Como saben que soy sensible entre muchas otras cosas, pero especialmente, a las desdichas humanas frente a los dogmas y cerrazones de la sociedad y sus poderes, entenderán que rápidamente decidiera homenajear a tan injusta víctima, y llegué a crear una bitácora en su honor, "
Elena Bastibari (in memoriam)", que tuvo poca vida, porque uno se propone hacer cosas y luego la vida le va atropellando. No es que esté muerta del todo, pero casi, porque aunque iba a ser un repositorio de procacidades obscenas y demás homenajes a los variados usos del pepino y cualesquiera otros instrumentos susceptibles de dar placer, no hubo manera de dedicarle el tiempo: el poco tiempo que tenía libre lo tengo que dejar para el placer en sí mismo, no para escribir sobre él...
Parte del declive vino de la mano del hecho -bastante incontrovertible- de que no hay tal
Codex Romanoff. Bueno, que lo haya, pero desde luego esas notas de cocina en las que Leonardo habla de las maneras culinarias de la corte de Ludovico Sforza, su Señor, eran más falsas que un duro de seis pesetas (dentro de unos años esta expresión deberá ir acompañada de una explicación: "el duro era una moneda equivalente a cinco pesetas, la moneda española que desapareció integrada en el Euro abriendo el milenio". Lo dejo así para las futuras búsquedas archivísticas en la PostInternet del siglo que viene). No es que hiciera una investigación exhaustiva, pero lo cierto es que ni siquiera los Routh tienen presencia en Internet más allá de ese libro del que sólo existía, por lo que se ve, edición en España. Por ello, me temí que fuera más bien alguien como Capel el que jugara a crear este librito. Realmente, en el prólogo que hace el autor hay un sinfín de falsedades que bien podrían acusarle de ser el autor oculto. Un texto de Eliana Thibaut i Comelade hablaba de la falsedad del código, como
comenté en la bitácora. Mis conclusiones sobre
el autor eran posiblemente apresuradas. Como fui desgranando en la bitácora, parecía que había cierta literatura sobre el asunto, aunque lo poco que había siempre indicaba la falsedad del mismo.
¿Me permiten otro salto? Una de mis últimas aficiones es el uso (y abuso) de una máquina panificadora. Las trapisondas con la misma se plasman, ya ven que sigo con la blogorrea, en una bitácora llamada "
El club de la máquina del pan". Uno de los mayores descubrimientos que he conseguido con ella es el contacto con Adler, alias de Cristina Macía, escritora, traductora, mujer polifacética y Pontifex Maxima de la máquina de Pan. Gracias a ella, recetas y truquillos han ido apareciendo en tal bitácora, y ahí seguimos.
Pues bien, sigamos el tortuoso sendero de este viaje: ayer mismo por la tarde Cristina/Adler me escribía contándome que me había escuchado de madrugada en la SER (en efecto me habían grabado con antelación una entrevista sobre un asuntillo de agujeros negros en la Galaxia, su número y su promiscuidad). La cosa es que la pieza en la que yo aparecía se había emitido justo después de una pieza en la que Javier Sierra hablaba de su libro "La cena secreta".
¿Ven como al final iba a conectarse unas cosas con las otras?
Lo gracioso es que en el comentario que me escribía Adler/Cristina ella decía: (y sé que violo algo la privacidad del correo electrónico, pero todo sea por los lectores -el que quede despierto, al menos- de esta bitácora)
Te he oído esta mañana en la SER, justo después de que tu tocayo Sierra metiera la gamba hasta el fondo dando como bueno el códice Romanoff y la colección de patochadas que incluye
Casi me caigo para atrás al leer esas líneas. De panes pasaba a da Vinci, al códice Romanoff (y en él mi querida e inexistente Elena) y de repente me permitía recordar todo eso. Y conocer que en la novelita de éxito de estas semanas hay una metedura de pata sen-sa-cio-nal. Como para no contarlo por aquí....
Pues bien, no sólo eso, sino que además, Cristina/Adler había perpretado una jugosa pieza humorística con presuntas nuevas páginas del códice, en las que Leonardo creaba la tortilla de patatas -bueno, de nabo, porque la patata aún no había sido introducida en Europa- con tal acierto que, además, su primer experimento resultaba ser la tortilla de patatas deconstruida de Adriá. Ese texto había sido publicado por la organización de la Semana Negra de Gijón. Semana Negra, claro, donde se dan cita amantes de la verdadera literatura de misterios, como ella misma lo es...
¿Hemos cerrado el círculo? Más o menos, porque en círculo íbamos, tampoco queriendo llegar a ningún lado en especial. Lo cierto es que tiene su gracia que gracias a Sierra y su credulidad (llamémosle artificio literario que consiste en emplear cuanta bibliografía se ponga a mano sin cuestionar su historicidad o veracidad) al perpretar una novela de éxito me encontrara de nuevo con un proyecto bastante abandonado y todo gracias a la persona que estaba impulsando otro proyecto en curso.
Para que luego digamos los escépticos que todo es cosa de la casualidad. ¡Bendita casualidad...!
2005-01-17 01:00 | 377 Comentarios
Monólogo (bastante) interior
Hacía ya mucho tiempo que este proyecto bitacoril estaba durmiendo el sueño de los justos (a pesar de ello, cada día viene por aquí alguien de visita, lo que siempre es de agradecer). Hoy han dejado un comentario en la última historia y eso me ha recordado que el otro día encontré una especie de monólogo descompensado, no precisamente un experimento literario al estilo de Joyce.
Más bien de Nina. Nina es puta, o por lo menos algo así parece que nos cuenta en
su web, una de las múltiples páginas pornográficas para hombres heterosexuales salidos con banda ancha.
Por supuesto, si alguna tierna persona menor de edad ha caído por aquí y está leyendo, debería saber que aquí hay contenido adulto, sexo a veces explícito y todas esas cosas que no está bien que uno vea sin ser acompañado de un adulto que pueda explicar que no siempre el porno es porno, y que el sexo es algo muy gozoso pero también un negocio boyante en internet... etcétera.
LARGO DE AQUÍ SI ERES MENOR...!!!
(así queda más claro).
Bueno, a lo que íbamos. Aquí pego el monólogo, y obvio más comentarios. Desde luego, Elena Bastibari no habría siquiera soñado en tener experiencias de este tipo...
como a mi me gusta coger mucho esto era un paseo en el parque pero cuando me compensaron a coger eran como unos degenerados por que según ellos me estaban violando mas no sabían que era yo quien los violaba a ellos en un momento sentí como algo me entraba por mi culo y no era pene cuando logre mirar me di cuenta que era un pepino grande que me estaban insertando y como nunca había cogido con un pepino lo gocé al máximo y ellos se dieron cuenta que me encanto y se pusieron a buscar cosas para metérmelas por el culo y la concha al punto que me metieron zanahorias hasta tres por el culo y cinco por la concha , zuquinis , papas , destornilladores , martillos , uno me metió el button que utilizan los policías de madera para defensa propia cuando uno de ellos me tomo muy bruscamente y me obligo a que me hincará y pusiera las manos en el suelo dejándome en cuatro los otro se hincaron a mi costados tomándome de las manos y de los pies para que no pudiera moverme y justo que yo volteo y que veo a uno con un bate de baseball que le estaba llenando de aceite de cocina , me lo puso en la entrada de mi coño y poco a poco lo comenzó a empujar yo empece a dar de gritos pero uno de ellos me tapo la boca con su mano y los otro decían que lo metiera que esta puta se recordaría de nosotros y que me cogerían hasta que me muriera y el bate hacia fuerza en mi entrada de mi coño hasta que de un solo empujón sentí como mis intestinos tocaron mi garganta y el bate enterrado en mi concha como si fuera yo una lampara de mano , el dolor fue grande por unos momentos pero después me acostumbre a tener el bate dentro de mi concha y ya acostumbrada me hicieron que caminara por el lugar con el bate adentro de mi y después con el bate todavía dentro me inclinaron contra la pared y cada uno tubo su turno en mi culo llenándome de semen todo el interior de mi culito , cuando ya habían terminado de cogerme por el culo me hincaron nuevamente y me sacaron el bate y me dieron la orden de que no me moviera , nuevamente sentí cosa extraña en mi concha y cuando logre adivinar que estaba pasando sentí como la mano de uno de ellos entraba en mi concha , todos me metieron la mano dentro de mi por que decían que tenían que probar y que como no habían tenido nunca una puta que los aguantara como yo no dejarían ir la oportunidad y todos se dieron gusto con migo y con mi culo y mi coño , después de un buen rato me dieron la libertad y que no se ocurriera contarlo a nadie que seria el peor error que cometiera en mi vida , tome mis cosas y me retire , era la primera ves un muchos años que casi no podía caminar de lo estrechada que había quedado y de el dolor , al llegar a casa me cheque con espejos y luces y todo para ver si me habían roto ,pero gracias que no fue así
(ha sido copipegado sin más, así que todo queda como lo encontré...)
2004-12-22 01:00 | 13 Comentarios
Hazte Escuchar
Podía poner ahora, aquí, muchas razones diferentes. Pero no es el momento: esto es un anuncio, un aviso, una llamada a la acción. Se trata de defender nuestro derecho a vivir en un país laico, a que las decisiones políticas se tomen por criterios diferentes de la opinión de los confesores de quienes firman las resoluciones, de atajar una campaña de mentiras y medias verdades que nos están invadiendo en el asunto de las nuevas investigaciones biomédicas. Me refiero al tema de la investigación sobre células madres embrionarias, a las técnicas de clonación, que abren un panorama a la resolución de enfermedades humanas lo bastante prometedor como para evitar tomar partido en contra simplemente por un prejuicio religioso.
Estamos viendo en este país cómo la creencia religiosa se vende como algo cierto: se intenta confundir lo que es una célula humana (lo que es la vida humana) con lo que es una persona. Se engaña, se miente y todo ello para mayor gloria de quienes siempre han deseado ver cómo controlan todo. Se intenta criminalizar a quienes investigan, poner en la picota a la ciencia, vovler a la edad media, y todo ello por una obsesión embrionista (o blastomérica, podríamos decir) en la que la derecha más reaccionaria del catolicismo ha puesto su empeño.
Bueno, pues a darles donde les duele. Mira esta bitácora recién nacida, que pretende ser un pequeño altavoz a favor de la racionalidad y del progreso. Y, por favor, colabora:
Hazte Escuchar.
2002-10-16 15:41 | 4 Comentarios
Les Cornichons...
Hace unos años, en un garito de Madrid por el que en una época aparecimos durante un tiempo, un grupo (no recuerdo ni el nombre del lugar ni el del grupo, lo que es la amnesia) hacía unos espectáculos la mar de divertidos haciendo play-back y escenografiando canciones. La cosa caía dentro de lo que hoy han monopolizado las drags, pero en otro tono, manteniendo -eso sí- un toque petardo bastante auténtico. Uno de los temas que usaban era una versión de "les cornichons" de Nino Ferrer. ¿Que no la conocen? Pues no dejen de ir a su buscador favorito de mp3 y localizarla, por favor. La letra, que transcribo, no basta...
On est parti, samedi, dans une grosse voiture,
Faire tous ensemble un grand pique-nique dans la nature,
En emportant des paniers, des bouteilles, des paquets,
Et la radio !
Des cornichons
De la moutarde
Du pain, du beurre
Des p'tits oignons
Des confitures
Et des ufs durs
Des cornichons
Du corned-beef
Et des biscottes
Des macarons
Un tire-bouchons
Des petits-beurre
Et de la bière
Des cornichons
On n'avait rien oublié, c'est maman qui a tout fait
Elle avait travaillé trois jours sans s'arrêter
Pour préparer les paniers, les bouteilles, les paquets
Et la radio !
Le poulet froid
La mayonnaise
Le chocolat
Les champignons
Les ouvre-boîtes
Et les tomates
Les cornichons
Mais quand on est arrivé, on a trouvé la pluie
C'qu'on avait oublié, c'était les parapluies
On a ramené les paniers, les bouteilles, les paquets
Et la radio !
On est rentré
Manger à la maison
Le fromage et les boîtes
Les confitures et les cornichons
La moutarde et le beurre
La mayonnaise et les cornichons
Le poulet, les biscottes
Les ufs durs et puis les cornichons
2002-06-07 08:47 | 5 Comentarios
Bakori, 3 de junio de 2002
El tribunal que decide sobre la vida de Amina Lawal, una mujer cuyo único crimen fue ser mujer en un país en donde las leyes permiten que las mujeres puedan ser asesinadas en nombre de la sharia musulmana, ha aplazado su decisión al próximo lunes 3 de junio. Quienes conocen cómo funcionan estos asesinos con disfraz de juez, temen lo peor con este aplazamiento.
La campaña de Aminstía Internacional para luchar por Amina sigue en pie. Pásate por aquí:
http://www.amnistiapornigeria.org/
Por si alguien no sabe qué terrible crimen dicen que cometió, copio de la información de
AI:
Amina confesó haber tenido un bebé cuando estaba divorciada. El embarazo fuera del matrimonio es una prueba suficiente para ser acusada de aduletrio, de acuerdo con el nuevo código para musulmanes basado en la Sharia ue se está aplicando en el estado de Katsina.
El hombre señalado como padre de la niña nego haber mantenido relaciones sexuales con ella y su declaración fue suficiente para que se retiraran los cargos conta él. Amina no tuvo acceso a un abogado durante su primer juici, en el que se produjo la sentencia (el 22 de marzo de 2202, tres días antes de que el tribunal de la ley islámica (sharia) del estado de Sokoto resolviera favorablemente el recurso presentado por Safiya Hussaini, que había sido declarada culpable de adulterio y condenada a muerte por lapidación.
Tras la sentencia a Amina, con la ayuda de un abogado contratado por un grupo de defensa de los derechos de las mujeres de Nigeria, presentó una apelación, cuyo examen se había fijado para el 27 de mayo y ha sido aplazado al 3 de junio. Los aplazamientos son habituales en los tribunales de la sharia. Es un síntoma más de las irregularidades que se cometen en este tipo de procesos. La defensa de Amina valora negativamente el aplazamiento porue considera que habría sido más positivo para el caso que el tribunal hubiera escuchado el día 27 las razones de la apelación.
2002-06-01 09:25 | 26 Comentarios
Perdona, Elena
He pasado mucho tiempo -demasiado- sin entrar por aquí. Lo lamento, y aunque haga propósito de enmienda sé que se repetirán las ausencias.
j.a.
2002-06-01 09:25 | 3 Comentarios
De Pepinos Y Melones
Recibo un emilio de una buena amiga. No puedo sino transcribirlo tal cual.
Hola Javier,
Como me ocurre igual que a Oscar wilde, que puedo resitirlo casi todo "but temptation", a pesar de estar casi enclaustrada intentando terminar algunas taresas pendientes, no he podido resitir la tentación de navegar hasta blogalia. He leído la historia apócrifa de Elena-no-se-qué y su pepino, y también tus divagaciones sobre la infidelidad y he recordado otra historia en relación a un melón (a uno solo, no, porque fueron muchos).
Hace algún tiempo, una noche de insomnio puse la radio para ver si lograba que me causase el mismo efecto que la TV cuando me siento en la butaca después de cenar. No me dormí, pero me divertí mucho oyendo un programa de esos a los que llama la gente a contar sus problemas. Era una especie de consultorio de sexología y llamó un chico contando el problema que tenía por culpa de los melones. Resulta que el muchacho había estado mucho tiempo sin pareja y para calmar su soledad de vez en cuando apagaba sus excesos de testosterona en ... un melón al cual abría un orificio en la corteza.
Al cabo de un tiempo se enamoró de una chica y llegó un momento en que decidieron conocerse íntimamente. Pues bien, el chico confesaba que cada vez que hacía el amor con su chica se acordaba de los melones. Sentía nostalgia y confesaba que el placer logrado con las cucurbitáceas era inmensamente mayor que el que conseguía con su compañera. Había llamado a la radio porque estaba preocupado; esos pensamientos le hacían sentires en cierto modo infiel. Por otra parte, no se atrevía a contarle a la chica su aventura previas con el melón.
No sé lo que debió de responderle la sexóloga. Las endorfinas liberadas por mis carcajadas solitarias al oír la historia de la infidelidad con un melón surtieron efecto inmediatamente.
Un abrazo,
Mercè
2002-04-09 09:15 | 3 Comentarios
En Los Medios
Nota:
A los lectores de esta bitácora, la historia les sonará ya antigua: en mi descargo diré que a los lectores del periódico en el que se publica esta columna, no. Ellos no me han tenido, aún, que aguantar disquisiciones sobre el tema
Cucurbitáceas
Milenio Diario de Noticias, lunes 8 de abril de 2002
Andaba hace unas semanas preocupado por una mujer, una tal Elena Bastibari que, según había leído en un delicioso libro de cocina y urbanidades atribuido a Leonardo da Vinci, había muerto en la hoguera por sus coqueteos con un pepino. Dejando aparte el comprensible vuelo de la imaginación en torno a las enormes posibilidades de uso del pepino, aparte de las culinarias, la historia de una mujer así me empezó a obsesionar. ¿En qué condiciones habría llegado al Santo Oficio la información de los coqueteos de la Bastibari? ¿Sería suficiente el uso coqueto de la cucurbitácea en aquella época para llevarle a una (o uno) a la hoguera?
Pero lo más sorprendente de todo era que no había manera de encontrar más referencias sobre esta mujer y su vegetal pasión, o su ardiente sino. Quizá por algún tipo de contubernio, se nos hurtaba la existencia de aquella mártir de la libertad sexual. ¿Cómo era que ningún colectivo a lo largo de tantos siglos hubiera reivindicado el derecho a usar los pepinos como a uno le venga en gana? Ni siquiera un intelectual dado a las causas perdidas había emprendido su campaña antivaticana por no reconocer el error que se cometió hace siglos con tan misteriosa dama. No podía ser, y además el Oráculo que me atiende siempre solícito, el buscador de Internet, quedaba mudo ante mis preguntas.
Decidí entonces investigar por mi cuenta, intentar recrear la vida y la tortura de esta mujer, y crear, en memoria de Elena Bastibari, un pequeño rincón en la red donde reivindicarla, acaso reivindicándonos un poco todos. Con o sin pepino. Tras búsquedas varias, fui descubriendo que muy posiblemente la tal mujer nunca existió, ni fue quemada por la inquisición, que ni siquiera Leonardo escribió esas notas apócrifas, muy probablemente venidas de la mano de un enjundioso crítico gastronómico. Elena había muerto al poco de nacer en mí su obsesión. Suele pasar, cuando uno se pone a coquetear con un pepino...
2002-04-09 09:13 | 3 Comentarios
Nuevos Rumbos...
Declaración De Pamplona
Reunidos, en la fecha consignada más abajo, en la ciudad de Pamplona, los autores y respectivas circunstancias de esta bitácora, exponen
Que habiendo iniciado una investigación en red acerca de la existencia (posiblemente atormentada, al menos al final por aquello de la muerte en la hoguera) de Elena Bastibari, condenada por sus coqueteos con un pepino, que era mencionada en unas notas de cocina atribuidas a Leonardo da Vincia, decidieron crear esta bitácora para mayor gloria de esta mujer y para mayor conocimiento del personal.
Que a lo largo de la investigación errática, aquí plasmada, han ido descubriendo las enormes dudas sobre la veracidad de esta historia, de las notas de cocina y de muchos otros detalles que la historia les proponía.
Que, por lo tanto, Elena Bastibari queda como poco más que un nombre, narrando un hecho quién sabe si ficticio, con lo que una investigación sobre la misma parecería acabar en este punto.
Que paralelamente, se han ido desarrollando filias y fobias, preocupaciones y obsesiones tanto en relación con el variado uso de los pepinos como con muchos otros aspectos de las relaciones humanas.
Que, aunque inexistente, Elena Bastibari debe seguir siendo reconocida como mártir de las buenas costumbres.
Que, por otro lado, existen muchas otras Bastibaris, personajes reales o imaginarios que nos hacen, acaso, reflexionar sobre nuestra condición humana.
Y tras estos considerandos expuestos, los autores -y sus circunstancias- en votación mayoritaria aunque no unánime acuerdan
Mantener viva esta bitácora, permitiendo seguir en esa búsqueda de las razones y las sinrazones de la especie humana, en la medida en que los autores -con o sin sus circunstancias- puedan incorporar nuevos datos, nuevas aportaciones, neuras o maldades que vean adecuadas al contenido programático de la misma.
Dar a conocer tal resolución en una entrada en la misma, que permita al ocasional lector marcar un antes y un después, no se sabe muy bien de qué aparte del propio Manifiesto.
Lo que se firma para público solaz (especialmente de las cirunstancias que en cuanto ven un poco de sol se ponen muy descocadas) en Pamplona, a 25 de marzo de 2002.
Disposición Adicional: este Manifiesto es manifiestamente inútil.
2002-03-25 11:55 | 7 Comentarios
El Autor...
Ando estos días liado entre unas cosas y otras, pero no dejo de darle vueltas al asunto del autor verdadero de las
Notas de concina de Leonardo, presuntamente esa pareja inglesa; el libro se presentaba en Temas de Hoy como una compilación de estos autores, los Routh, bastante inexistentes. Por supuesto, de una edición inglesa de este libro, nadie sabe nada.
Ya comenté que el fiscal que hace la introducción tampoco existe en este mundo, y que sólo queda como real (aparte de algunos personajes a quienes se cita en los agradecimientos) José Carlos Capel, crítico gastronómico de El País y autor de varios libros de gastronomía (incluyendo uno sobre la cocina en el siglo de oro español).
¿Tendremos en Capel al verdadero autor de las notas davincianas?
(De esta manera, Capel sería también el padre literario de Elena Bastibari...)
2002-03-19 23:11 | 3 Comentarios
Infidelidad
He dejado unos días a Elena y su fatal destino (juro que esto de que "destino" y "pepino" rimen de forma tan evidente me paraliza cada vez que intento describir en pocas palabras la historia de la Bastibari... ¿fatal pepino?). Le he sido un poco infiel, cambiándola por hayedos que comienzan ahora a despertarse del letargo invernal, con tímidos brotes pegajosos, mientras en el suelo la hojarasca sigue tocada por el blanco de los neveros. Eso sí, no dejaba de buscar, en las cartas de los pequeños mesones que visitábamos, platos en los que el pepino estuviera presente. Era una forma de materializar mi devoción a esta mujer.
Y todo ello me lleva a una breve -en principio- reflexión sobre la fidelidad. Por ejemplo, saber si el sexo con un pepino supone una falta grave de fidelidad o no (imaginando una persona casada o comprometida con otra persona...). El uso de juguetes y estimulaciones con objetos es a veces cosa de pareja (o grupo), parte de las enormes posibilidades que permite la sexualidad humana. Su uso solitario, como apoyo a la masturbación, puede parecer algo más egoista. ¿Por qué? Creo que en el fondo esto nos viene de una concepción de la fidelidad pasada por el matiz de la cultura que nos hemos tragado siempre.
¿No debemos disponer en nuestra vida de pareja de momentos propios en los que poder disfrutar de un pepino, por poner un caso?
Podríamos ir más allá, y pensar que incluso el sexo con otra u otras personas por parte de uno de los integrantes de una pareja tampoco tiene por qué ser visto como una ruptura del lazo, de la fidelidad que se profesan. Posiblemente todo esto viene de una concepción cerrada de la pareja sexual (no digo que esto no tenga cierta "lógica" evolutiva, si estamos pensando en parejas procreadoras que han de mantener un vínculo estable el tiempo suficiente para la crianza de la prole). Pero, realmente, convertir o reducir la fidelidad a la monogamia es algo realmente descabellado.
Se suele afirmar que las parejas "abiertas" (en las que uno,o los dos miembros, mantienen también relaciones sexuales con otros u otras) son intrínsecamente inestables. Pero esto pretende ocultar el hecho de que si una de las personas va a sentirse más atraída por otra, ésto puede suceder tanto en situación de monogamia como de poligamia (poliginia/poliandria).
Tiendo a creer que una pareja en la que la fidelidad se basa en el compromiso mutuo de compartir la vida, el futuro, esas cosas, y no en el establecimiento de barreras con el mundo exterior, es más estable. La monogamia es un invento útil para temperamentos débiles... pero el mundo permite mucho juego, y no hay por qué limitarse, siempre que haya un mutuo acuerdo, un completo convencimiento de lo que se hace y de por qué se hace.
Así que, Elena, estas divagaciones me permiten estar hoy un poco más tranquilo. Te dejé el fin de semana con tu pepino perdida en esta bitácora en red, dedicándome a otras cosas (entre ellas, afortunadamente el sexo grato y divertido), pero no te fui infiel. Sabes que habría estado contigo si hubiera podido saber dónde paras realmente.
2002-03-18 11:05 | 4 Comentarios
En La Cocina Del Tre Ranocchie
(fantasía en homenaje a Ralf Koenig)
- ¿Me acercas ese pepino, Sandro?
- Ya sabes que me encanta acercarte el pepino, Leonardo...
Esto es en la cocina donde Leonardo y Sandro están preparando platos más imaginativos que las pitanzas grasientas que sirven normalmente los restauradores de Florencia. Un poco alocados, entre el humo que sale de las ollas en las que hierven las verduras, los dos promotores de esta nueva cocina juguetean continuamente.
- No digas tonterías, y menos ahora que tenemos un montón de mesas esperando, Sandro.
- Me encanta cuando te pones histérica...
- Soplagaitas.
- Tu soplagaitas, ¡por supuesto!
- Ándate con cuidado, Sandro, que por la cocina está continuamente entrando gente, y no es cosa de montar un numerito.
- Pues ya que estabas con lo del pepino, para numerito lo de la Bastibari. Ya sabes que la han trincado, los memos esos del Santo Tribunal, y la quieren empapelar con la cosa de que la vieron jugando con un pepino. ¡Coquetear con un pepino! Cuando el inquisidor -que por cierto a las noches anda en plan lederona- lo comentó en la sala el otro día, no sabes el revuelo que se armó. Me lo contaba su chica, Angela, esa morena que la tiene loca. Y que ha sido su perdición...
- ¿Mmm? ¿Dónde he puesto el cuchillo cebollero...?
- Tú hazte el loco, pero bien sabes que Elena no debería haberse lanzado a seducir a la hija de ese conde de Bostimare, que tantas ínfulas se quiere dar para ascender en los favores del Gran Señor. Ser inteligente, audaz y bollera no es el mejor pasaporte para una vida tranquila.
- ¿Y qué tiene que ver el pepino con todo eso?
- (risit risit risit) Pero Leonardo, ¿de qué guindo te has caído? ¿Tú crees que en la acusación iban a implicar al conde y a su hija? Todo se ha convertido en un asunto de brujería y satanismo, y sexo bastante vegetal. No sé qué historias de convocar al demonio con el pepino en...
- No sigas, Sandro, sólo de pensarlo me pongo enfermo.
- Eres un misógino, Leonardo...
2002-03-15 11:47 | 3 Comentarios
Anastasia
Uno de los pocos bienes con que pudo escapar Anastasia, la última de los Romanov, tras la revolución bolchevique, era un antiguo libro en pergaminos, escrito de derecha a izquierda, con letra especular y profusión de dibujos medio garabateados por todos los lados.
Pero esa posesión, algo que le recordaba lo que hasta hacía nada había sido su estirpe, la de los zares de la gran Rusia, también le fue arrebatada: quedó tirado sobre la nieve, sólo protegido por un envoltorio en terciopelo negro.
Tuvo la suerte de ser recogido por alguien que creyó entender que se trataba de algo importante. Amontonado entre otras pertenencias aristocráticas, acabó en uno de los innumerables archivos del Ermitage.
El libro de Anastasia contenía recetas, comentarios sobre la gastronomía y la sociedad italiana del Quiquecento. Era un tratado manuscrito de Leonardo da Vinci.
¿No sería mejor imaginarnos así a Anastasia/Ingrid Bergman, con un libro en el que se mencionaba a nuestra martir del sexo vegetal que con un simple breviario?
2002-03-14 14:11 | 3 Comentarios
Atando Cabos
Uno daba el libro de cocina de Leonardo por algo curioso, pero cierto. Y no es así. Es tan falso como inexistente el Excmo. Sig. Marino Albinesi, Fiscal General de Roma (en el
Ministerio de Justicia italiano no aparece por ninguna parte) y Presidente del Circolo Enogastronomico d'Italia (no hay tal círculo).
Quien si existe es el presentador del libro, José Carlos Capel, crítico gastronómico que publica en El País. Y parece que él da plausibilidad al Códice, aunque nadando y guardando la ropa a la vez:
[sic]
Desde la perspectiva actual, y al menos temporalmente, el libro que ahora sigue es un juego de especulación y un ejercicio de presunción histórica. Aunque tal vez nunca pueda averiguarse el verdadero paradero del hipotético 'Codex Romanoff', manuscrito presuntamente conservado en el Museo del Ermitage, de Leningrado, sino en poder de los herederos de Leonardo, es evidente que las notas de concina que integran la transcripción bautizada con este nombre posen todo el estilo del artista toscano.
Hablar del verdadero paradero de un libro hipotético se las trae... hay que reconocerlo.
2002-03-14 13:27 | 4 Comentarios
... (En Suspenso)
¿Tan rápido hemos de dar por desaparecida a Elena Bastibari? Apenas acababa de nacer, sólo sabíamos de su sino cucurbitáceo. Y ahora se ve envuelta en una confabulación de una pareja de ingleses apellidados Routh, Jonathan y Shelagh.
Aparece un Jonathan Routh como productor de un programa de TV "Candid Camera", de esos de cámara oculta que engañan a la gente. ¿Será el mismo? Amazon UK me proporciona cuatro libros escritos por un Jonathan Routh:
1.- The Nuns Go to Africa
Jonathan Routh
Bobbs-Merrill Co
Hardcover - June 1972
2.- Secret Life of Queen Victoria
Jonathan Routh
Doubleday
Hardcover - August 1980
3.- The Nuns Go West
Jonathan Routh
Bobbs-Merrill Co
Hardcover - February 1974
4.- The Secret Life of Queen Victoria
Jonathan Routh (Editor)
Macmillan
Hardcover - 3 May, 1990
(este, parece, una reedición del anterior).
Los de las monjas viajeras parecen novelas. Curiosamente, el Oráculo carece casi de información sobre estos libros. ¡Ay, qué desasosiego!
Igual resulta que los inexistentes son los Routh, quienes crearon el ficticio libro de cocina de Leonardo donde se mencionaba la historia del pepino y de Elena Bastibari.
Sigo buscando y veo una referencia en una biblioteca infantil de Aurora, Colorado.
The nuns go West. Jonathan Routh.
Summary: Traveling by elephant, meeting an Eskimo playing a grand piano in the desert, and rescuing a stolen totem pole are some of the nuns' adventures on a vacation trip to the Wild West.
También aparecen datos sobre otro libro de la serie
The nuns go East. Jonathan Routh.
Summary: The nuns' balloon crashes in the Far East where they must cope with a fire-breathing dragon and a notorious gang of miniature Japanese gardeners
¿Tendrá algo que ver este Jonathan Routh con el nuestro? ¿Por qué un libro polémico -y que ha tenido cierto éxito de ventas en España- carece de la más mínima referencia en su versión de habla inglesa? Ni está en Amazon ni aparece por ningún lado.
2002-03-14 12:24 | 2 Comentarios
Els Fals Codex Romanoff
El Oráculo, que en esta búsqueda un tanto esquizofrénica me estaba resultando muy esquivo, me ha regalado hace nada con un enlace que lleva por título el que he colocado para esta entrada de la bitácora.
La dirección que aparece
members.es.tripod.de/urka3/ELS_FALS_CODEX_ROMANNOFF.htm ha desaparecido, pero en la
memoria del Oráculo tenemos todavía la copia.
Por su interés y relevancia en la investigación, la copio:
Lany 1993 es publicava un llibre anomenat Notas de cocina de Leonardo da Vinci. Eren els compiladors i editors (o perpretadors) Shelagh y Jonathan Routh, als que desconeixem de tot cor. Les notes eren contingudes a un hipotètic (i, per descontat, totalment inexistent) Codex Romanoff que els autors situen a lErmitage però del que ningú, ni tan sols ells, tenen la proba de que siga enlloc. Copie algunes de les receptes que inclouen:
· muslo de colimbo
· león marino
· conejo muerto
· cabra en gelatina
· pudín de mosquito blanco
· de cómo librar la cocina de moscas pestilentes
· una lista de los mortificantes platos de cuaresma
· más platos para la gente pobre
· la salchicha de Leon X
· cocinar con venenos
· lirones simulados
· de las posibilidades del cucurucho
· de la manera correcta de sentar a un asesino a la mesa
Daquest darrer :Si hay un asesinato planeado para la comida, entonces lo más decoroso es que el asesino tome asiento junto a aquel que será el objeto de su arte ( y que se situe a la derecha o a la izquierda dependerá del método del asesino), pues de esta forma no interumpirá tanto la conversación si la realización de este hecho se limita a una zona pequeña. En verdad, la fama de Ambroglio Descarte, el principal asesino de mi señor Cesar Borgia, se debe en gran medida a su habilidad para realizar su tarea sin que lo advierta ninguno de los comensales y, menos aún, que sean importunados por sus acciones.
Después de que el cadáver ( y las manchas de sangre, de haberlas) haya sido retirado por los servidores, es costumbre que el asesino se retire también de la mesa, pues su presencia en ocasiones puede perturbar las digestiones de las personas que se encuentren sentadas a su lado, y en este punto un buen anfitrión tendrá siempre un nuevo invitado, quien habrá de esperar fuera, dispuesto a sentarse a la mesa en este momento (pág 183).
Deixant-se de bromes, vegem la descripció del convit que Llucrècia oferí a Prospero Colonna per la primavera de 1513 a Ferrara. Com era divendres sabstingueren de menjar carn, que agradós es sacrifici a Nostre Senyor. Anem-hi :
...Començaven a aparèixer a les taules els entrants picants o dolços, amanides dendivietes, tàperes i espàrrecs, ous desturió, llagostins, massapans, bescuits, pastissets de pinyons, crema amb canyella, i pasta fullada. Rius clars de moscatell corrien de les ámfores a les copes.
Sacabaren els psalms, i ara lacompanyament musical era de violes, de llaüts i de cornetes, mentre els plats es feien més consistents, suquet de peix, esturions, granotes i anguiles de Comacchio en salsa verda ; i peix fregit, carpes, esturions i tenques, tot guarnit de llimes, tarongetes i olives. De segon plat, hi havia menestra, sopa a lhongaresa i ravioli. I després arribà el plat fort, carpes cobertes de gelatina, esturió rostit a la graella, tortells a la llombarda, anguiles grosses en salses rares, i anguiles i peixos rostits a last. Per marcar pauses més lleugeres entre un plat I laltre, les grans safates eren escortades per ous farcits, enormes truites simples o mixtes amb verdura, castanyes en salsa de llet, coquetes darròs, pasta fullada fregida, i finalment ostres, i marisc de tota mena....i finalment, amb el vi dagulla que vibrava dalegria el paladar, arribaven les fruites, peres, pomes i panses acompanyades de mel i crema de llet ; tornava a passar laigua de roses, i les darreres converses acompanyaven els productes del pastisser Vincenzo: melmelada, gelatina de fruita, conserves, confits, ametlles i nous torrades amb sucre.Havia estat un convit superb...
Bellonci, op.cit. pg.630)
I, per acabar amb els temes gastronòmics, donem la recepta de la llet de ametlles que Mira li fa pendre a Alexandre VI a la seua novela. Home poc menjador fou el Borja. I poc bebedor. Sestimava més els llançols que els mantels, al que sembla.
Ingredients :
-250 grs dametlles crues i pelades
-3/4 l. daigua freda
Preparació:
1-Aixafeu les ametlles fins obtenir un puré fi. Afegiu-hi, durant loperació, laigua freda. Deixeu-ho reposar 6 o 7 hores.
1-Filtreu el puré amb un colador o amb un drap. Cal utilitzar la llet el matexi dia; el puré que queda es pot fer servir per a un pastís.
(Thibaut i Comelade, Eliana : La cuina medieval a labast. Edicions de la Magrana.Barcelona,1986)
2002-03-14 11:59 | 11 Comentarios
ISBN 84-7880-833-7
El libro origen de todo este tormento es "Notas de cocina de Leonardo da Vinci", compilación y selección de Shelagh y Jonathan Routh, (1999), Ediciones Temas de Hoy, S.A. (colección Gastronomía/4), ISBN 84-7880-833-7
Originariamente el libro está publicado en inglés por William Collins & Sons Co. Ltd, como "Leonardo's kitchen note books. Leonardo da Vinci's notes on cookery and table etiquette", en 1987
2002-03-14 11:47 | 3 Comentarios
Leonardo Capo Cuoco
Sigo recopilando, cortando y pegando. Ahora de
Informanet
Le invenzioni del vinciano in cucina
Giovanni Lombardi
Di Leonardo sappiamo tutto (o quasi) e conosciamo la vastità dei suoi interessi e delle sue invenzioni, grazie alle quali è stato definito col meritatissimo titolo di "genio cosmico". Sapevamo anche delle sue passioni gastronomiche e curiosità alimentari. Ma i dettagli più particolareggiati ci vengono dalle "annotazioni culinarie" contenute nel Codex Romanoff, finito in Russia nel 1865.
A vent'anni Leonardo venne assunto come cameriere nella "Taverna delle tre Lumache", in prossimità del Ponte Vecchio, dove venne poi promosso capo cuoco. Ma non ebbe grande successo: infatti le sue innovative pietanze venivano disposte in piccole quantità nei piatti, anche se preparate con gusto artistico. In pratica alla vecchia consuetudine delle mangiate medievali, Leonardo voleva sostituire un vitto più fine, in armonia con lo spirito rinascimentale.
Tornò quindi nella bottega del Verrocchio, dove conobbe Sandro Botticelli (l'amico di cuore) col quale - udite, udite! - aprì un'osteria chiamata "All'insegna delle tre ranocchie di Sandro e Leonardo", dove la clientela dovette superare non poche difficoltà per imparare a leggere il menu, scritto da destra a sinistra dal mancino Leonardo. Tanto che il Botticelli pensò bene di disegnare le varie pietanze: capretto bollito, carciofi, rognone di agnello, ranocchie fritte (specialità della casa), cetrioli, carote. Malgrado l'inventiva culinario-artistica, ritenuta forse per quei tempi troppo rivoluzionaria, l'osteria chiuse e i due tornarono dal Verrocchio.
Leonardo, amareggiato per la situazione fiorentina, emigrò a Milano in casa Sforza, da Ludovico il Moro ("che stava a tavola in modo indecoroso", annota il vinciano).
Visitando il castello Sforzesco Leonardo propose una razionale e funzionale sistemazione della grande cucina: ideò una fonte di calore costante per cucinare, utilizzando una provvista di acqua bollente; inventò alcuni marchingegni per pelare, triturare e affettare i vari ingredienti; studiò il modo di mandar via i cattivi odori e il fumo; costruì un apparecchio per automatizzare l'arrosto. Per tenere pulito il pavimento impiegò due buoi che spingevano un enorme spazzolone; mentre un getto d'acqua doveva servire a spegnere il fuoco in caso d'incendio. Finalmente si arrivò al giorno dell'inaugurazione, ma il risultato fu disastroso: i marchingegni crearono disagio fra le centinaia di invitati e i buoi impauriti cominciarono a correre e a insudiciare la cucina con i loro escrementi. Un vero fiasco.
Leonardo ebbe poi un'altra intuizione, anche questa modernissima: anticipatore delle teorie di Taylor e di Ford, suggerì l'uso della musica (aveva suonato per anni il liuto), perché a suo avviso "il personale delle cucine avrebbe lavorato meglio e più allegramente".
Ludovico il Moro, dopo la caotica esperienza culinaria, lo inviò al convento di Santa Maria delle Grazie, dove Leonardo realizzò alcuni dei suoi capolavori. Ma non rinunciò mai alla sua grande passione gastronomica. Infatti il priore disperato scrisse a Ludovico: "Mio signore, sono passati due anni da quando mi avete inviato il maestro Leonardo; in tutto questo tempo io e i miei frati abbiamo patito la fame, costretti a consumare le orrende cose che lui stesso cucina e che vorrebbe affrescare sulla tavola del Signore e dei suoi apostoli".
Quando morì, nel 1519, Leonardo lasciò metà del suo patrimonio alla fedele cuoca, insieme al "brevetto" di una serie di innovazioni come il cavatappi, l'affettatrice e il trita-aglio, chiamato ancora oggi dai cuochi "Il Leonardo".
Qué más decir: Bravo per il vinciano!!!
2002-03-14 02:23 | 4 Comentarios
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